En 1874 los indígenas armados con hondas, palos y cuantas defensas pudieron disponer, se alzaron contra el gobierno de Jujuy. Reclamaban el derecho a la posesión de sus tierras que ya habían negociado en forma favorable con el gobernador anterior Sánchez de Bustamante, quien por ser comprensivo y benévolo con los nativos fue depuesto por la presión de los terratenientes. Dado que no se cumplió con la entrega de tierra declaradas fiscales para el usufructo de las comunidades nativas a partir de 1872, dos años más tarde unos mil doscientos aborígenes tomaron las ciudades de Yavi, Santa Catalina, Rinconada y Cochinoca, liderados por Benjamín Gonza, Federico Zurita y Elías Gorena, quienes contaban con el apoyo de grupos quechuas y Aymaras de Bolivia, que le suministraron armas.
El responsable de la represión, que alcanzo a todos los pobladores nativos de la Puna Jujeña, fue el nuevo gobernador José Maria Álvarez Prado, que envió a ciento cincuenta hombres del ejército regular que fueron prácticamente aniquilados por los nativos, quienes desde lo alto de una quebrada los esperaban y cuando las tropas pasaron cerca de ellos les causaron serias bajas con las piedras arrojadas con sus hondas y sus manos. (Batalla de abra de la cruz 3 de diciembre de 1874)
Mas tarde el gobierno de Jujuy, apoyado por su par Salteño, envió
tropas para reprimir, en número de ochocientos sesenta hombres que acamparon en localidades cercanas a Casabindo y Cochinoca.
Finalmente, el 4 de Enero de 1875 se enfrentaron y los indígenas terminaron “derrotados”. Fueron muertos doscientos combatientes aborígenes, incluidos los líderes. Las fuerzas estatales contaron con 73 bajas.
Fuente: Arturo Emilio Sala
La lucha de nuestros abuelos hoy se actualiza en la reivindicación de nuestra cultura, de la lucha diaria del no sometimiento ante estos estados neocolonizadores, entreguistas de nuestra Pachamama. Por la pronta reconstitución de nuestro territorio Qollasuyu (La región de la nación Kolla) Tawaintisuyu (La región de los cuatro soles)
JALLALLA ABUELOS DE LA RESISTENCIA KOLLA.
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